
Me prometí un poco de amor propio, pero no puedo abandonar el juego. No quiero hacerlo.
Yo disfrutaba de besos ajenos a los tuyos, vos me buscabas entre el tumulto. No me aclaras nunca qué es lo que realmente te pasa. Empiezo a creer que no te gusta perder, algunos estamos acostrumbrados ya. Mientras mi amiga te acompañaba en tu busqueda, yo seguía sin notar tu presencia. Pasaron los 60 minutos acordados y me fui al encuentro de mi amiga. Estabas sentado y ella enfrente tuyo, hablaban o peliaban... nunca se llevaron bien. Sin embargo estaban ahi, los dos juntos. Salude, compartimos las mismas peleas de siempre, te despedí y me fui.
La rabia fue pasajera, de los besos regalados no me arrepiento... cualquier cosa con tal de olvidarte.