lunes, febrero 11

Cómo era su nombre?... La que se escribe con el profesor de secundaria, la que se ve con gente que no conoce, la que confía. Ella. Qué qué pasa con ella? Nada, sólo quería que salga del medio de mi camino.
A veces resulta molesto volcarse a escribir y darse cuenta que siempre sale lo mismo. Una y otra vez las mismas ideas, temores, afectos. Sólo parafraseo. No hay remedio cuando no se tiene talento.Pero no puedo evitarlo. Eso pasa cuando uno es uno mismo, será, no?

viernes, febrero 1

Existe, en fin, una categoria bastante numerosa de almas honestas, pero débiles, que, demasido inteligentes para tomar en serio los dogmas cristianos, los rechazan en detalle, pero no tienen ni el valor, ni la fuerza, ni la resolución necesarios para rechazarlos totalmente. Dejan a vuestra critica todos los absurdos particulares de la religión, se burlan de todos los milagros, pero se aferran con desesperación al absurdo principal, fuente de todos los demás milagros que explica y legítima todos los otros milagros: a la existencia de un dios. Su dios no es el ser vigoroso y nebuloso, diáfano, ilusorio, de tal modo ilusorio que cuando se cree palparle se transforma en Nada; es un milagro, un fuego fatuo* que ni calienta ni ilumina. Y sin embargo sostienen y creen que si desapareciese, desaparecería, todo con él. Son almas inciertas, enfermizas, desorientadas en la civilización actual, que no pertencen al presente ni al porvenir, pálidos fantasmas enternamente suspendidos entre el cielo y la tierra y que ocupan entre la política burguesa y el socialismo del proletariado absolutamente la misma posición. No se sienten ni con fuerza ni para pensar hasta el fin, ni para querer, ni para resolver, y pierden su tiempo. En la vida pública se llaman socialistas burgueses.Ninguna discusión con ellos ni contra ellos es posible. Están demasiado enfermos.No lo digo yo, lo dice Bakunin, eh.